El personaje de la semana: Isabel Marant

Hoy es un viernes de resaca. El Goliat de la moda low-cost H&M consiguió su propósito de provocar un estado de embriaguez masivo con la necesidad vital de vestir de lujo con confección y precio a bajo coste. La marantmanía ya es oficialmente una patología accesible a la clase media cuya cura sólo se encuentra haciendo cola a las 6 de la mañana, previo entrenamiento para salir a la caza y captura de esa chaqueta de tweed sin la que tu vida ya no será igual o esas botas de flecos que te guiarán por el camino de la fortuna. Locura consumista no, fiebre por la exclusividad accesible firmada por el chic francés de Isabel Marant.

Desde que comenzara en los noventa con el diseño de joyas, su marca se ha afianzado como la gran representante de un estilo sencillo y versátil, aunque envuelto de glamour parisino. Lo respiró gracias a su madre desde que nació en 1967. Modelo y directora de la prestigiosa agencia Elite, junto a ella lanzó su primera línea de ropa bajo el nombre Twen. Unos cuantos años, it girls, bloggers y fashion victims después, Isabel Marant se ha convertido en la diseñadora más imitada, idolatrada y clonada por las marcas de bajo coste. Curioso que precisamente para una de ellas haya querido bajar del Olimpo sus creaciones para vestir al populacho. Riadas de gente, entendidas en moda o no, dejándose llevar por una trendy corriente irracional. Todo vale por conseguir un pedazo de su mundo exclusivo.