Pocos ignoraban que la salida por la puerta trasera de John Galliano marcaría el fin de una etapa en la maison francesa. Un punto de inflexión tras años de ingeniosa creatividad en Dior con moda explícitamente trasgresora y un depurado chic con tintes latinos. Todo un cóctel explosivo que acabó salpicando sus diseños tras los escándalos personales que le acabaron echando del olimpo de la haute couture. Y entonces llegó él. Directamente desde Jil Sander y habiendo pasado antes por Jean-Paul Gaultier y Martin Margiela, la sobriedad de Raf Simons se interpretó como un cambio de rumbo absoluto en la opulenta realidad de Dior.
Una nueva forma de entender la moda que el director Frederic Tcheng ha plasmado en el documental “Dior and I”, presentado el pasado fin de semana en el festival de cine de Tribeca. Sin duda, una gran oportunidad de conocer más sobre el proceso creativo empleado por aquél que se atrevió a sustituir al gran Galliano. Y de adentrarnos en la nueva etapa que ha comenzado sin que muchos quieran asumirlo, un nuevo tiempo en el que es imposible desprenderse de la sombra de lo que fue una deslumbrante época dorada. Falta esa gran colección por venir, esos diseños que rellenen la profundidad de una huella marcada a fuego sobre la pasarela. Y Raf Simons ha venido para sellarla.
Una nueva forma de entender la moda que el director Frederic Tcheng ha plasmado en el documental “Dior and I”, presentado el pasado fin de semana en el festival de cine de Tribeca. Sin duda, una gran oportunidad de conocer más sobre el proceso creativo empleado por aquél que se atrevió a sustituir al gran Galliano. Y de adentrarnos en la nueva etapa que ha comenzado sin que muchos quieran asumirlo, un nuevo tiempo en el que es imposible desprenderse de la sombra de lo que fue una deslumbrante época dorada. Falta esa gran colección por venir, esos diseños que rellenen la profundidad de una huella marcada a fuego sobre la pasarela. Y Raf Simons ha venido para sellarla.