¿Todavía estás asimilando términos como
ruffled hem o skort?, ¿no puedes evitar preguntarte hasta dónde va a llegar la estupidez humana cuando recuerdas palabros como
slouchy pants? Error si creíste que no podía haber nada más absurdo que llamar
gingham a una humilde tela de cuadros, regresa el
diccionario fashion-español (Volumen IV) para demostrar que un más difícil todavía es posible.
Comenzamos esta violación al diccionario de la Real Academia Española con una vuelta a nuestra adolescencia, a esos días de instituto en los que no encontrabas nada mejor que ponerte que una
hoddie, aunque tú preferías llamarla “sudadera con capucha”. Una prenda de esas de fondo de armario por la que las modas no pasan, lo contrario que por las
furry sandals, tendencia absurda que consiste en pensar que unir unas sandalias de pala y pelo es buena idea. Verano de sudoración agónica e invierno con los pies congelados, aunque no pasarás tanto frío como si decides unirte al
off the shoulder coat. O, lo que es lo mismo, ponerte el abrigo enseñando los hombros y con una desgana a medio camino entre la vuelta del
after y la salida de casa si se te ha parado el despertador.
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El off the shoulder coat, visto en la pasarela de Balenciaga, y el layered tull |
A mitad de recorrido también está el
mono cropped, o pesquero en exceso. Bastante más por encima de los tobillos de lo recomendable para las culonas mortales y muy por debajo de lo deseable para quedar aceptable. Algo parecido ocurre con el collar de moda de la temporada, el
choker. Ya se nos pusieron los pelos de punta cuando regresó la gargantilla
tattoo y esta vez el panorama no es más esperanzador. Se llevan de terciopelo, muy pegadas al cuello y junto a collares largos. Si tampoco te convence, arriésgate con una
layered tulle, o falda de tul por encima de unos pantalones. Aunque no lo creas hay prendas menos ponibles, como los
naked dress, vestidos semitransparentes que enseñan más que sugieren. ¿Quieres más? Ponte unos
flared trousers, o pantalones de campana, y disfruta de eso que dicen: en la moda, todo vuelve. Y todo se va, recemos para ello.